La interna de Cambiemos también está caliente en Mendoza. El gobernador Alfredo Cornejo acaba de lanzar a su hombre de máxima confianza, el superministro Martín Kerchner, como candidato a intendente de Luján de Cuyo, en una maniobra de abierto desafío al PRO en la única ciudad que gobierna en esa provincia.

Se trata de una maniobra tejida por Cornejo para vengarse de Omar de Marchi, el intendente del PRO que desafía su liderazgo y se lanzó a competir en la interna por la gobernación contra el radical Rodolfo Suárez, el elegido por el titular del radicalismo nacional.

"Quiero que Martín sea candidato a intendente en Luján, que compita en una PASO y que pueda ser un representante genuino de la continuidad de este gobierno", anunció durante la Fiesta de la Vendimia, donde también expresó su apoyo a Kerchner el precandidato a gobernador Suárez.

De Marchi enseguida acusó el golpe. "Cuando me enteré me sorprendió porque Kerchner no es de Luján y la verdad pensé que iba a competir por la intendencia de la Ciudad de Mendoza", ironizó. "Vivo en Luján desde el 2011", replicó Kerchner, que además fue acusado por los seguidores del macrista de no conocer las calles principales de la ciudad. El intendente también le apuntó a Cornejo porque no terminó un hospital en su ciudad.

Cornejo cerró el candidato con Cobos y dejó afuera al hombre de Macri

Es que la jugada de Cornejo mete una cuña en el armado de De Marchi (que días se mostró con Larreta), que hasta ahora no ha definido a su posible sucesor en la localidad que gobernó desde el 99 hasta el 2005 y desde 2015 a la fecha. El nombre que suena es el del diputado nacional Sebastián Bragagnolo.

La movida de Cornejo fue leída también como un último intento por forzar la renuncia de De Marchi a la precandidatura a gobernador, una idea que no le cae nada bien al titular del radicalismo. Semanas atrás, el propio Suárez le puso palabras a los deseos de la UCR respecto a su hipotético rival. "Si De Marchi fuera por la reelección (en Lujan de Cuyo) lo apoyaríamos a él", declaró.

En el radicalismo sospechaban que el lanzamiento de De Marchi era para conseguir mejores lugares en la negociación de las listas, mucho más cuando perdió el respaldo de Julio Cobos que tras coquetear con un acuerdo terminó cerrando con el gobernador.

La esperanza que les queda es que el ex dirigente demócrata se baje por un pedido de la Casa Rosada, que tras las experiencias de La Pampa y Córdoba no quiere saber nada con las internas. Mucho menos en una en que su candidato tiene muchas chances de perder ante la estructura del radicalismo. Si se mantiene hasta ahora -sospechan en el radicalismo de Mendoza- es para condicionar a Cornejo en la discusión nacional de Cambiemos.